Enrique Lacalle
Una apisonadora
Un derbi siempre es un partido especial, aunque la diferencia de puntos (37) sea abismal. Para el Barça era seguir su extraordinaria temporada de récord, y para el Espanyol, un empate o una victoria en el Camp Nou vale por una temporada. Tras el cambio de entrenador y la llegada de Aguirre, el Espanyol llevaba cuatro encuentros sin perder, pero al final pasó lo lógico: victoria del Barcelona, que es una apisonadora, una máquina de hacer buen fútbol, y un equipo imbatible en esta Liga. Para Tito Vilanova, que fue recibido con todo el cariño del Camp Nou, era su mejor regalo de Reyes. Impresionante primera parte, con un dominio arrollador del Barça, con posesión prácticamente total del balón. De todos los jugadores, destacaría a Sergio Busquets, sensacional (y cuándo no). Marcaron Xavi, Pedro, que hizo dos que seguro le han devuelto la moral por su divorcio con el gol esta temporada –recuerdo que llevaba sólo uno hasta ahora–. Y el último que marcó en la primera mitad abrumadora fue Messi, de penalti, que no perdona.
Ayer, por segunda jornada consecutiva, «sólo» marcó un gol tras haber sumado antes seis dobletes seguidos. Hoy, de nuevo un jugador de la Liga española recibirá el Balón de Oro, Messi, Iniesta o Cristiano. Considero que es un premio a la mejor competición de Europa. Volviendo al partido, la segunda mitad fue mucho más tranquila, y sin goles, porque Gil Manzano se equivocó en dos fueras de juego pitados al Barça, que por la moviola no eran. Y hubieran representado dos tantos más. Y Albín, solo frente a Valdés, falló un gol cantado, el del honor, que evitó el porterazo del Barça. Del Espanyol sólo destacaría a Sergio García, que fue el único que dio la talla.
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