Iñaki Zaragüeta

Una dosis de oxígeno

Se hizo de rogar pero, al final, el Gobierno central envió el dinero, los 437,5 millones de euros de vellón. La cantidad que debía llegar «sí o sí» para cerrar el año con alguna dosis de tranquilidad. Sin ellos, algo grave hubiera sucedido a juzgar por los gestos del presidente, vicepresidente y conseller de Hacienda, el presente y el anterior, cuando hablaban del asunto.

Alberto Fabra y sus mariachis habrán respirado, pero quienes han respirado aún más son las personas y empresas que ven satisfecha parte de la deuda de la Administración. Proveedores, residencias, colegios terminarán el año con algo de oxígeno para continuar su relación con el entramado público.

Ahora queda el cierre del ejercicio con el déficit del 1,5 desfasado. Madrid tendrá que flexibilizar su «mano dura» porque tiene el mismo problema con la Unión Europea. Tampoco cuadrará la cifra del 6,5. Veremos si Merkel y Cía suavizan su severidad y frenan la gravedad de las consecuencias.

Mientras, confiemos en el optimismo de nuestros gobernantes cuando auguran que a finales de 2013 los nubarrones comenzarán a despejarse. Demasiado tiempo contemplando cómo merman nuestros bolsillos. Así es la vida.