Una idea de España

Tuve ayer la oportunidad de asistir a la presentación del libro «José María Aznar. Memorias I», que se desarrolló en el Casino de Murcia. Me ha resultado siempre provechoso escuchar al Presidente Aznar, y mejor aún, cuando el paso del tiempo le ha convertido en una persona más reflexiva, y sobre todo, más alejada de posiciones cortoplacistas. Explicó en primera persona, la aventura que supuso poner en marcha el proyecto popular, sobre la base de un gran partido de centro-derecha, de corte liberal, y centrado con las demandas y necesidades de los españoles. Y argumentó, también, sobre la situación a la que se ha visto abocada España en los últimos años, dónde no nos encontramos ante una crisis económica, sino ante un desafío al proyecto común, ante un ataque a los pilares que posibilitaron la Transición Española. Sinceramente, creo que el presidente de honor del PP, tiene mucha razón en su análisis de la realidad española.

Recordó cómo se empezó, incluso antes de la llegada de Zapatero al gobierno, a fraguar el ataque directo contra uno de los pilares básicos del sistema democrático y de consensos, con el llamado «cordón sanitario», aislando políticamente al PP, para pasar a legalizar el terror de ETA consintiéndole entrar en las instituciones, y terminar poniendo en duda la propia continuidad de la nación española. Puede resultar farragoso debatir sobre principios y valores, pero ninguna nación fuerte se puede construir o mantener cuando éstos faltan, o son discutidos. Como decía Ortega, sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos. España es el pensamiento y el destino.