Iñaki Zaragüeta

Varapalo judicial

Al final, salvo alguna excepción, los tribunales imparten justicia, con mayúscula, como corresponde al Estado de Derecho, que, mientras no se descubra otro menos malo, como diría Churchill, es el que nos conviene y, si nos conviene, no queda otra que respetarlo. Ya tenemos suficiente con las deficiencias del Ejecutivo y Legislativo como para empeñarnos en dinamitar los cimientos de la Justicia.

Viene esto a cuento por el fallo del Tribunal Supremo confirmando el veredicto del jurado que absolvió al ex presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y al ex secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, en aquella causa de los trajes del «caso Gürtel». Con ello, da un varapalo al empeño del PSOE de acosar a los afectados insistiendo en plantear la casación a pesar de que el Ministerio Fiscal había desistido y la desaconsejaba. Los socialistas valencianos, personados como acusación particular, se comportaron como si apostataran de aquella máxima de Voltaire de que «una justicia llevada demasiado lejos puede transformarse en injusticia», como si nos les importara la justicia sino el ajusticiamiento.

El TS no sólo les da el estacazo jurídico, sino que, esta vez, les toca donde duele, en el bolsillo. Tendrán que pagar todas las costas del recurso de casación, intereses del aval incluidos, un perjuicio para sus arcas, hoy claramente en precario, como se desprende de la escasa respuesta obtenida por su llamamiento a la colaboración para afrontar los gastos de los procesos jurídicos que acometen. La campaña ha sido decepcionante, con unos 2.000 euros de botín, que no van a alcanzar ni de lejos para cubrir las costas de marras. Si al menos escarmentaran para el futuro... Difícil. Así es la vida.