Reyes Monforte
xoxo
Sobre la falta de comunicación o de entendimiento entre padres e hijos se han escrito ríos de tinta. Creo que ninguna generación, pasada, presente y futura, se librará fácilmente de frases tan manidas como «Mis padres no me entienden» o «No comprendo a mis hijos». Pero cuando la falta de entendimiento no sólo se da en el fondo sino también en la forma, en el propio lenguaje, el problema se complica y entramos en terrenos más pantanosos que suelen ser abono para peligros más inminentes que tienen que ver con la seguridad, la protección y la salvaguarda de los hijos.
Los muros más complicados de derribar suelen ser los del entendimiento, pero hoy en día, acuciados por el uso de las nuevas tecnologías, es la falta de un conocimiento real del lenguaje lo que levanta esa pared de hormigón armado entre padres e hijos. Si no controlas de lo que se habla y cómo se habla, difícilmente vas a poder manejar los mecanismos de control para proteger a tus hijos.
Si los padres no saben interpretar que un prem está troleando a su hijo, difícilmente van a detectar que el menor puede estar siendo molestado por un colega. Es cierto que hablando se entiende la gente, pero conviene que se utilice un mismo lenguaje para evitar más problemas de los que se intentan solucionar.
De hecho, a todos nos vendría bien familiarizarnos con ese aprendizaje aunque sólo sea para que, si algún día recibimos un mensaje de móvil en el que nos digan xoxo, sepamos que nos están mandando besos y abrazos.
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