Moda

Y el premio va a...

La Razón
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Agatha Ruiz de la Prada se ha aficionado a los premios. Últimamente, le vienen de todos lados, del Ministerio, de Rumanía, de LA RAZÓN, de Buenos Aires, de Dubái, de la Cámara de Comercio en Bruselas, de la revista Marie Claire... Todos y cada uno de ellos han significado algo inestimable, la mayor ilusión de su vida, en cada momento. Posiblemente no sabría deciros lo importante que han sido estos premios para ella, Agatha –la validación, el apoyo y el cariño que representan–, en este tempestuoso 2017.

(De hecho, es en estos momentos cuando más lamento tener que hablar por ella, la columna de esta semana habiendo sido relegada a la minion más cercana...). Todo empezó con la gran galantería del grupo Conde Nast a finales del año pasado. Se quedaron tan acojonados con su visita a casa Ramírez Ruiz de la Prada para su especial navideño que ni ellos mismos sabían qué hacer. Lo que tenían claro era la necesidad del mundo de fantasía y color que trascendía todos aquellos imprevistos y cualquier monotonía de la vida. Hicieron lo posible, rápidamente maquinaron para que su próximo premio se lo llevara Agatha Ruiz de la Prada, la diseñadora más querida de España. Por lo menos así lo vivió ella en aquellos comienzos, los comienzos de una nueva racha de premios que viviría como nunca. El premio Vogue al Personaje Joya de 2016 – presentado por la extraordinaria Rossy de Palma, con asistencia de todas las personalidades claves del mundo de la moda, incluyendo a Tristán y Cósima Ramírez – fue lo que desencadenó la cosa. Fue el comienzo de muchas glorias, el comienzo de ansias de más. (No sé hasta qué punto me puedo tomar la libertad de hablar de mi jefa abiertamente, sobre todo en una columna compartida, cuidadosamente planificada por nuestro departamento de comunicación, y publicada en LA RAZÓN.) El año 2017 ha sido uno de grandes triunfos, de grandes conquistas. Agatha Ruiz de la Prada ha entrado por la puerta grande y con la alfombra multicolor. No le han faltado amigos, no le han faltado apoyos, muestras de cariño, cartas, mensajes y llamadas... No le han faltado invitaciones a la tele... Y sobre todo, no le han faltado premios. La Ilustre Municipalidad de Viña del Mar en Chile fue la primera en abrir el año con un espléndido reconocimiento a nuestra reina de corazones. Mientras tanto, en Rumanía, nuestros fan transilvanos insistieron con avidez en galardonar a la creadora foránea que venía a sus tierras con calcetines multicolores y sueños en el bolsillo. Le dieron un Lifetime Achievement Award e incluyeron un Doctor Honoris Causa del Atelierele Ilbah, para la colección. De repente los del Marca – un periódico competitivo de naturaleza – también querían mostrar su admiración hacia Agatha Ruiz de la Prada, la «MVP» del momento. Organizaron el traer a Agatha al Bernabéu, y plantarla en ceremonia con el mismísimo Cristiano Ronaldo, en cuestión de semanas.

Los siguientes tras el rastro, al filo de la historia, fueron los de LA RAZÓN. Su devoción agatista ya se dejaría en evidencia con esta envidiable columna dominical de página entera, peeeero querían enfatizar el tema. El Lifestyle Award de este verano sirvió de guindilla. El presidente de Argentina, Mauricio Macri, también se supo a la cola de aquellos que querían darle un premio a Agatha Ruiz de la Prada. Se empezaba a armar jaleo. Varios jeques de los Emiratos Árabes quisieron apuntarse.

Fue en Bruselas cuando la cosa por fin estalló. El ministro (de Educación, Cultura y Deporte) Íñigo Méndez de Vigo, por mucho que tuviera entre las manos, llamó personalmente a Agatha para contarle que había ganado el premio nacional – lo cual tuvo mucha tracción.

El estudio Agatha Ruiz de la Prada se vio bombardeado por felicitaciones y alabanzas. Entre ellas destacó la simpatía de nuestra alcaldesa Manuela Carmena, todo hay que decirlo.

(A nadie le sorprendió que no nos lo hubieran dado antes, habiendo un número limitado de diseñadores de moda en España y siendo un premio que entregan cada año...). Pero bueno, esencialmente, el caso es que el año 2017 ha sido el año de los premios. Nos han dado la vida al estudio, han entretenido al departamento de comunicación y han llenado la newsletter. El ultimo premio Prix Marie Claire a la Mejor Carrera Profesional 2017, celebrado en el Florida Park del Retiro, fue particularmente memorable. Con nuestro torero favorito y su despampanante mujer, Lourdes Montes, agatizada de pies a cabeza. Así, sí que hace ilusión el asunto.

Todos los meses de este año hemos tenido por lo menos un premio. Lo que me preocupa ahora es que nos falta uno para el mes de diciembre... (Así que si alguien está leyendo esta columna le pido que por favor le dé un premio a mi madre en diciembre, el que sea, y así cerramos el año todos tranquilos).