El trípode
La Conferencia plurinacional de los pinganillos
Una nota significativa es que llevó a 12 de sus ministros de oyentes a la cita, sin duda para no aparecer tan reducido su papel con apenas cuatro presidentes frente a los 12 del Pp además de los de Ceuta y Melilla
«Del amor al odio en 130 días», así titulaban en algunos medios el relato de la relación entre el político con mayor poder del mundo Donald Trump y el hombre más rico también del mundo Elon Musk, y que con razón acapara la atención mundial. En España, más modestos, con Sánchez y su fontanera Leire Díez ya tenemos suficiente para otro relato no tan mundial, pero no menos escabroso para la atención nacional. Entre ambos espectáculos ayer se introdujo el de la 28ª edición de la Conferencia de Presidentes autonómicos, celebrada en el espléndido escenario del Palacio de Pedralbes de Barcelona, (y residencia habitual de Franco, en sus visitas a Barcelona y el resto de Cataluña, como Jefe del Estado) . En coherencia con la promoción de la «plurinacionalidad» española, como un signo de la identidad política del sanchismo, entregado en manos del secesionismo catalán, Sánchez introdujo la novedad de los pinganillos para comunicarse entre sí los presidentes. Ya los introdujo en el Congreso, los quiere introducir en la UE y no podían faltar en este foro. Para Sánchez y sus sumisos sanchistas, el castellano como «la lengua española oficial del Estado» y una de las más habladas del mundo con más de 600 millones de hispano parlantes, debe ser considerada como una lengua autonómica más. Sin duda muy al gusto de su amigo Soros y su «sociedad abierta» para la que España es un enemigo a destruir. Como estaba previsto, no hubo ningún acuerdo ni sobre vivienda, ni sobre financiación ni sobre nada, y la conclusión de Sánchez fue la conocida: queda legislatura hasta 2027. No aclaró sin con presupuestos o sin ellos, como hasta ahora, pero ya sabemos que para Sánchez , «un gobierno sin presupuestos es como un coche sin gasolina: un objeto inútil». Pero solo cuando al volante está otro, porque el suyo debe ser eléctrico. Una nota significativa es que llevó a 12 de sus ministros de oyentes a la cita, sin duda para no aparecer tan reducido su papel con apenas cuatro presidentes frente a los 12 del Pp además de los de Ceuta y Melilla. Hay que agradecerle, no obstante, que no llevara, de momento, a los 22 de su megagobierno, aunque todo se andará. Isabel Díaz Ayuso volvió a ser protagonista destacada con los pinganillos sanchistas y de Puigdemont. Además de con su negativa a saludar a la Ministra de Sanidad de Más Madrid a la que conoce bien por sus enfrentamientos dialécticos en la Asamblea de Madrid. Y no le falta razón : saludar con pinganillos y besando a una asesina, no parece lo más normal. A esta situación está llevando Sánchez a España.