Tribuna

Congo, el país del Papa, hoy

Se trata de un país de grandes contrastes ya que el antiguo Congo belga posee unas riquezas de tal magnitud que lo han hecho apetecible para todo tipo de poderosos y desalmados

Congo, el país del Papa, hoy
Congo, el país del Papa, hoyBarrio

Su Santidad ha visitado un país que, hasta cierto punto, es desconocido en España. Conviene que nos acerquemos algo a ese gran Estado africano. El cristianismo tiene una gran aceptación y sinceridad en los creyentes congoleños. Se trata de un país de grandes contrastes ya que el antiguo Congo belga posee unas riquezas de tal magnitud que lo han hecho apetecible para todo tipo de poderosos y desalmados, al tiempo que le ha hecho gozar en otras ocasiones de una paz transitoria.

Los mercenarios y las milicias civiles, la violencia sexual y la presencia de paramilitares se convirtió hace tiempo en un clásico diario, sin que por eso dejaran de ser lacras indeseadas de una notable inestabilidad y crímenes. Abandonadas hoy el marfil y el caucho, casi por exterminio, por competencia en otros mercados y por la misma química o por apetencia de otras mucho más rentables, las riquezas que se ubican tras dichas excepcionales circunstancias vitales son de un valor extraordinario. Joseph Conrad ha descrito los sufrimientos contemporáneos a tales explotaciones anteriores.

A finales del pasado siglo la inestabilidad era el día a día de la vida congoleña, calculándose que las guerras civiles habían ocasionado varios millones de muertos. En la actualidad se calcula que solo en la región del Kivus campan a sus anchas no menos de 130 grupos armados. La gran riqueza mineral congoleña, el coltán entre otros materiales valiosos, además de los tradicionales yacimientos de oro y de diamantes, han sido magistralmente tratados por el español Vázquez Figueroa en una recomendable novela que lleva el nombre de dicho mineral.

Tal situación, que permanece por desgracia, ha hecho que la comunidad internacional haya puesto sus miras en ese Estado en el que, además, padecen sobremanera los menores, los niños y las niñas, lo que llevó a las Naciones Unidas a crear un Grupo de Trabajo para tratar de detener y prevenir el reclutamiento y la utilización de los niños, la violencia sexual y otras violaciones graves contra los niños por las fuerzas armadas y de seguridad nacionales. Se habla por los internacionalistas de un Estado frágil en el que la cuestión de las riquezas minerales centra casi todos los problemas de violencia e inestabilidad.

Por si esa situación ya tradicional en el territorio congoleño no fuera, de por sí, harto complicada, la creciente demanda actual de un tipo de materias primordiales para lo tecnológico parece que puede, aun si cabe, agravar aún más la complicada situación vital de las personas que residen allí. No se olvide que tal abundancia de recursos naturales y la tecnología ampliada en la actualidad con el proceso imparable de globalización, hacen muy apetecibles, incluso para los sin escrúpulos, tales riquezas minerales.

La pregunta que debemos hacernos de modo inmediato es si la situación descrita es reversible a corto o medio plazo y si los medios internacionales tienen facultades y medios adecuados, legales y materiales, para coadyuvar con la República a tal fin. La Corte Penal Internacional ha tomado cartas en la actividad de las milicias y de los grupos paramilitares en el Zaire. Por lo demás, todas las ayudas serán bienvenidas para aliviar la situación en las regiones del país más afectadas por la descrita situación de violencia y explotación ilegal.

Ya en marzo de 2014 la Corte Penal Internacional dictó una Sentencia de condena contra Thomas Lubanga por el crimen de guerra de reclutamiento y utilización de niños-soldado en los grupos armados que operaban en la región de Ituri. En el año 2015 ha fijado criterios de reparación a las víctimas de dicho asunto. La ONU, además de lo ya referido, realiza una loable labor consistente en el fomento de la reconstrucción del Estado y del mismo Estado de Derecho. Por ello es muy importante la labor de capacitación mediante la formación de funcionarios, policías y miembros del ejército en el ámbito del sector público. Hay proyectos para todo ello.

Tiene que tenerse en cuenta que, sobre todo en el este del país, donde se ubican importantes recursos minerales, se siguen produciendo numerosos casos de abandono de niños y de mujeres, de reclutamiento de niños-soldado y de esclavitud sexual. Las dificultades de la exportación y del transporte, el mercado negro que se genera en los Estados limítrofes del este de la República y la codicia son factores difíciles de erradicar y de controlar. Téngase en cuenta que, según las evaluaciones más aproximadas, la superficie explotable del Zaire guarda el 55% de las reservas mundiales de cobalto y el 30% de las reservas mundiales de diamantes, teniendo recursos que tientan permanentemente a los depredadores sin escrúpulos que, por desgracia, pululan por este nuestro mundo: tantalio-niobio, cobre, tungsteno-wolframio, casiterita-estaño, cobalto, oro, germanio, uranio, petróleo, madera, etc. Es un mundo, al tiempo, maravilloso y peligroso.

José Manuel Suárez Robledano es magistrado y profesor de Derecho Internacional.