El contouring de TikTok es el principio del final

Pedro Sánchez pretendió este jueves trasladar a la ciudadanía la idea de que cerraba un capítulo amargo con su cara cosméticamente demacrada y con un elaborado discurso, casi un copia y pega de algunas de las cosas que dijo Mariano Rajoy en los peores momentos de la Gürtel. Pero lo que explotó el jueves con el último auto de la UCO no es el final de nada, sino solo el principio de ese final. Quedan muchos capítulos por salir, cada cual más espeluznante para los intereses de su partido. Aquellos que dentro del PSOE han empezado ya a pedir elecciones es porque saben que lo que falta por conocerse puede hacer tanto daño al PSOE, si antes no se levanta el único cortafuegos posible, que lo arrastre por los suelos pese a su fortaleza orgánica y sus raíces históricas. Y ese único cortafuegos es el fin del sanchismo, por la vía que sea.

Resulta que una de las nuevas mentiras que contó el presidente en aquella comparecencia de pómulos bien sellados, con las técnicas del contouring que se enseñan en TikTok, fue que se había enterado hacía horas del contenido del informe de la guardia civil. Como poco, hacía una semana que lo conocía, aunque su ministro del Interior jure también en falso que estaba virgen de sabiduría, igual que el presidente. Y con este detalle bien presente, el análisis de lo que dijeron e hicieron en aquellos días, a la espera de que se oficializase el informe, es una evidencia de hasta dónde pueden llegar cuando se sienten amenazados. No hay límite político, institucional ni tampoco en el manejo de la verdad y de la mentira.

Esta vez Sánchez no engañó ni a los suyos, que se preguntan hasta dónde alcanzan las ramificaciones de la trama que dirigían Santos, Cerdán y Koldo y si trabajaban solo para sacar dinero para pagarse prostitutas y vicios variados, o si de lo que robaban también había una cantidad que se dedicaba a costear actos del partido. Sánchez no despejó ni mucho menos las sospechas sobre la caja del PSOE, y como informaba este medio el pasado viernes, tanto en la UCO como en el Supremo entienden, precisamente, que de la investigación ya conocida hay indicios suficientes como para considerar que se abre la puerta a una posible financiación irregular del PSOE.

Ni política ni judicialmente las cosas mejorarán para Sánchez y para su partido en los próximos meses. Lo ven todos, salvo los que son lo mismo que el presidente y rellenan su corte. Mientras, quienes están fuera lo que temen es el próximo zarpazo del «narcisista».