El trípode

El creciente y «progresista» antisemitismo

Lo «progresista» para el sanchismo social comunista es apoyar a Hamás, Hezbolá y los hutíes, y marginar a Israel de todo foro, sea este deportivo, musical o de cualquier otra actividad

Gaza se ha convertido en principal protagonista de la política en España y a nivel internacional, con las acusaciones de genocidio hacia Israel en su operación militar para ocupar la ciudad de Gaza, capital del territorio de la Franja. Sin perjuicio de que la calificación como genocidio de un delito es de la máxima gravedad posible –y que solo una Corte Penal Internacional es la legitimada para definirlo con autoridad reconocida–, una Comisión de investigación de la ONU ya se ha sumado a los gobiernos y dirigentes que así se han pronunciado en diversos países, como es el caso de Sánchez en España. Su escalada en la agresión política hacia Israel ya es sabido que es paralela a su interés por intentar desplazar del foco informativo la lamentable situación política en la que está sumido: sin Presupuestos, sin capacidad legislativa y rodeado de casos de corrupción. Tras el lamentable boicot a la Vuelta Ciclista, ahora se anuncia el del Festival de Eurovisión en el que España participa ininterrumpidamente desde 1961. Otras disciplinas deportivas con campeonatos del máximo interés a nivel nacional e internacional, como es el fútbol y su Mundial –del que España es sede– y la Copa Davis, entre otros muchos, quedan en entredicho para celebrarse aquí, como ha señalado la UCI, la Federación Ciclista Internacional, en su rotundo comunicado de condena a la actuación del Gobierno. Es evidente que la eventual comisión de un delito no justifica en absoluto la comisión de otro para atajarlo, pero en relación a Gaza es necesario no olvidar que la actual situación la inició Hamás el 7 de octubre de 2023 con un terrible ataque terrorista contra civiles, jóvenes en su mayoría, participantes en un tradicional festival de música al aire libre, causando la muerte de más de 1000 participantes y reteniendo como rehenes a más de 250 de ellos, de los que todavía mantienen prisioneros a un grupo. Tras ese ataque –¿un genocidio?– reconocer –ahora– un inexistente Estado palestino es otorgarle la victoria a Hamás, justificando aquella masacre. Porque Hamás es el «gobierno» de la Franja desde 2007 y es quien inició la guerra, no ocultando en ningún momento su voluntad de acabar con el Estado de Israel. Pero lo «progresista» para el sanchismo social comunista es apoyar a Hamás, Hezbolá y los hutíes, y marginar a Israel de todo foro, sea este deportivo, musical o de cualquier otra actividad. A este paso, los nazis –«nacionalsocialistas»–, en su criminal racismo antisemita, acabarán por serlo también. El canciller alemán, Friedrich Merz, que mañana estará en La Moncloa, le puede aclarar algunas ideas al respecto a su interlocutor Sánchez.