«El credo del Anticristo de la sociedad moderna»

El escritor y periodista alemán Peter Seewald, considerado como uno de los mejores conocedores de Benedicto XVI, elaboró la gran biografía sobre el Papa, largamente esperada. Desde su nacimiento hasta su renuncia al ministerio petrino, el «Papa alemán» estuvo más de medio siglo bajo los focos de la opinión pública. Ratzinger es «un personaje de la historia de nuestra época cuya vida refleja las fracturas de los siglos XX y XI».

En el epílogo de su gran obra «Benedicto XVI. Una vida», Seewald incluye el texto de una entrevista efectuada por escrito el 12 de noviembre de 2018, bajo el sugestivo título de «Últimas preguntas a Benedicto XVI». Las respuestas merecen ser leídas y meditadas, pero hay una que ahora es oportuno destacar por su lacerante actualidad. Preguntado por Seewald acerca de la frase que pronunció durante la homilía de la misa de comienzo de su pontificado, que quedó grabada en la memoria de muchos: «Rogad por mí para que por miedo, no huya ante los lobos», le inquirió si fue una premonición de lo que se le iba a venir. El Papa emérito contestó: «Por supuesto, asuntos como el Vatileaks (…) resultan desagradables y perturbadores en grado sumo para el mundo». Y prosiguió: «Pero la verdadera amenaza para la Iglesia y para el ministerio petrino no radica en tales incidentes, sino en la dictadura universal de ideologías en apariencia humanistas, a las que solo cabe contradecir al precio de quedar uno excluido del consenso social básico. Hace un siglo todo el mundo habría considerado absurdo hablar de matrimonio homosexual. Hoy quien se opone a él es socialmente excomulgado. Otro tanto ocurre con el aborto y la producción de seres humanos en laboratorios. La sociedad moderna está formulando un credo anticristiano, y la resistencia a ese credo se castiga con la excomunión social. Es normal, muy normal, tenerle miedo a este poder intelectual del Anticristo».

Más claro, agua. Para que quien quiera ver, vea, y el que quiera entender, entienda. Es la actual dictadura de lo «políticamente correcto», denunciada con la auctoritas ética y moral, histórica, teológica y filosófica de una personalidad de la talla de Benedicto XVI. En estos tiempos de apostasía ya pública y ruidosa en España y en todo el Occidente otrora cristiano, cada día observamos el cumplimiento de las proféticas palabras del gran Papa alemán. La ideología LGTBI –la única ideología intocable en una democracia liberal– junto al aborto considerado un derecho humano, son clara plasmación de esa diabólica dictadura. Ante la que él afirma: «Muy normal es tenerle miedo a discrepar».