A pesar del...
¿Crisis? ¡Abajo el liberalismo!
Ante un lío provocado por el intervencionismo, no se les ocurre otra cosa que…aún más intervencionismo.
Recordará usted, señora, que en la última crisis dijeron que todo era culpa del liberalismo. Después intervinieron (aún) más para que, superado el liberalismo, no hubiera más crisis. Y ahora tenemos una nueva crisis y la culpa es, vaya, por Dios, del liberalismo.
Todo esto es ridículo, pero normal. Pelillos a la mar políticamente correcta. Quizá resulta ilustrativo repasar algunos argumentos mediante los cuales se arremete nuevamente contra el liberalismo. Uno son los consabidos especuladores. Mi manual de historia económica a finales de los años sesenta en la Universidad Católica Argentina, en Buenos Aires, aseguraba que la crisis de 1929 se había producido por la quiebra de un especulador, de cuyo nombre no quiero acordarme. Los manuales de historia económica han mejorado, gracias a Dios. Ahora algunos incluso hacen referencia a las políticas monetarias expansivas de los bancos centrales, Friedman sea loado. Sin embargo, hoy también se habla de los malvados que sospecharon que el Silicon Valley Bank, con un activo sobreponderado en títulos del Tesoro que se devaluaban a pasos agigantados con la subida de los tipos de interés, igual podía tener algún problema. Faltos de la más elementan solidaridad, fueron y retiraron sus fondos, en vez de dejarlos que se pudrieran. ¡Culpables!
Otro argumento antiliberal doblemente cochambroso tiene que ver con el rescate a la banca. Por un lado, se denuncia a los supuestos «liberales» que criticaban el intervencionismo de los rescates, salvo cuando es en su favor. Pero esto es un clásico, equivalente a quienes apoyan la subida de impuestos, siempre que los pague otro. Por otro lado, se defienden los rescates porque, ya se sabe, si no intervienen las autoridades, el pánico se extiende merced al infausto contagio. La coherencia, ni está ni se la espera. Ironizó el «Wall Street Journal» sobre Barney Frank, el de la ley Dodd-Frank de protección al consumidor, que pasó de látigo de la banca a consejero del Signature Bank.
Por fin, están los que rizan el rizo. Ante un lío provocado por el intervencionismo, no se les ocurre otra cosa que…aún más intervencionismo. Son los que claman por un seguro de depósitos a escala europea, y por una unión fiscal. Vamos, quieren ser como los Estados Unidos, que, como cualquiera sabe, gracias a ese intervencionismo no tiene ninguna sacudida bancaria.
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