Historias del mundo

Cuando los presidentes creen en duendes

«“Todo es místico” alrededor de la construcción del Tren Maya»

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometió terminar el Tren Maya, una línea ferroviaria de casi 1500 km para unir las principales ciudades de la Península del Yucatán a finales de 2023. El proyecto ha estado rodeado de controversias e infinidad de obstáculos. El presupuesto inicial se ha triplicado, las expropiaciones y suspensiones de varios tramos por parte de los jueces mexicanos han retrasado las obras. Y los investigadores y activistas medioambientales denuncian que se pone en peligro la fauna, flora y singulares parajes geográficos como los cenotes de la zona. Hasta hay un movimiento, «Sélvame del tren», que realiza actividades para intentar que el Tren Maya no pase por la selva virgen de Quintana Roo. De momento, y a pesar de las promesas de López Obrador de que no se iba a talar ni «un sólo árbol» ya son más de tres millones los árboles serrados.

No obstante, también hay mexicanos que están expectantes por ver finalizada esta macro obra. Las autoridades insisten en que en diciembre veremos la inauguración. Pero, hasta la fecha, sólo hay 460 km de vía construidos.

De ahí que, AMLO contra las cuerdas, haya recurrido a los aluxes. Cuenta la leyenda maya que estas tierras que recorre el tren, las habitaban traviesos pequeños seres de forma humana. Pueden proteger a las personas –y también ayudarles con el ganado y las cosechas– tras unas suculentas ofrendas. También provocan enfermedades, desastres y accidentes. Todo depende de su humor y nuestro comportamiento respecto a ellos y la selva.

Pues bien, López Obrador aseguró en sus redes sociales que uno de los ingenieros que supervisa las obras del Tren Maya le envió una foto de un aluxe. Compartió la imagen, en la que apenas se podía observar unos ojos brillantes en plena noche desde un árbol. «Todo es místico», añadía AMLO, comparándolo con una escultura de un duende maya tallado en piedra. Los verificadores no han tardado en desdecir al mismísimo presidente de México. Esa fotografía no está realizada en las construcciones, ni siquiera es actual: se trata de una supuesta «bruja» que alguien creyó retratar en 2021 en Nuevo León. Preguntado esta semana por la prensa, AMLO aseveró que, si «no existen, habría que inventarlos», y es que él mismo confiesa que «yo quisiera que hubiera aluxes». Y así no tener que rendir cuentas por el enorme fiasco ferroviario.