
El canto del cuco
A por los diez millones de votos
El próximo congreso de los populares pretende crear mejores condiciones de habitabilidad, ensanchando el partido a derecha e izquierda en busca de lo que Manuel Fraga llamaba «la mayoría natural»
La idea de Núñez Feijóo de alcanzar los diez millones de votos no parece descabellada si continúa el deterioro moral del socialismo en manos de Pedro Sánchez. Y nada indica que esto vaya a frenarse con maniobras sucias como las que se han conocido estos días. Todo lo contrario. Cada día que pasa aumenta, ante la ola de corrupción y las causas judiciales, el desconcierto entre la militancia y el desánimo en lo más florido del electorado de centro-izquierda. Los últimos sondeos reflejan un creciente trasvase de votos al Partido Popular. Se da así la circunstancia de que la capacidad de resistencia de Sánchez favorece ahora a Feijóo. Al paso que vamos, cuanto más se prolongue su estancia en La Moncloa, más seguro y rotundo será el cambio político. Es imposible que los actuales socios del Gobierno, por más que vivan en la periferia, no se den cuenta de lo que está pasando en la política española.
El próximo congreso de los populares pretende crear mejores condiciones de habitabilidad, ensanchando el partido a derecha e izquierda en busca de lo que Manuel Fraga llamaba «la mayoría natural». Han de convivir dentro liberales, democristianos y conservadores, lo que obliga a algunos equilibrios ideológicos con aplicaciones prácticas no siempre sencillas. Esto conlleva el consenso en un gran programa destinado a satisfacer las principales necesidades nacionales, y no quedarse mirándose el ombligo. El liderazgo de Alberto Núñez Feijóo se reafirmará frente a los aventureros de dentro y los adversarios de fuera. Pocas veces este partido ha estado en manos tan seguras y fiables. Se da por hecho que el presidente tiene libres esas manos para hacer cambios en el equipo dirigente, que parecen imprescindibles, en busca de esa ambiciosa operación de los diez millones de votantes.
El fantasma de Vox gravita sobre el congreso de los populares. No se espera una tajante decisión al respecto. Lo más seguro es que se pase sobre ascuas y se imponga lo de «ya se verá». La tesis establecida es la de gobernar en solitario. Basta, dicen, con tener más escaños que toda la oposición junta, sin contar a Vox; y eso está al alcance de la mano. Se pretende que el congreso sirva para seguir atrayendo por la izquierda a votantes socialistas, a medida que se corrompe y resquebraja el sanchismo, y para articular el trasvase al PP, con escisión o sin ella, del ala moderada de Vox, cuya cabeza más visible es Iván Espinosa de los Monteros. Como Pedro Sánchez desea apurar la legislatura, hay tiempo por delante.
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