
Cuartel emocional
Dónde se han ido las flores
Aún permanece en mi piel el aspecto de carne de gallina ante la visión de King-Jong Un, Putin y Xi Jimping y su satisfacción por el despliegue militar de este último
Mi banda sonora esta semana ha sido la canción “Where have all de flowers gone?”, que la interpretaron desde Marlene Dietrich hasta Joan Baez, siempre por cuestiones antibélicas, y es que aún permanece en mi piel el aspecto de carne de gallina ante la visión de King-Jong Un, Putin y Xi Jimping y su satisfacción por el despliegue militar de este último; ante la conversación sobre la inmortalidad del trío; ante la posibilidad de los 150 años que pretenden vivir (manejando y atemorizando al mundo) y ante las imágenes del lacayo del norcoreano limpiando la butaca donde había posado su culo el tirano asiático, para que no quedaran huellas ni restos de ADN. ¿Dónde se han ido las flores? ¡Cómo le hubiera gustado a Sánchez salir en la foto con estos tres, platicando sobre la inmortalidad, el bótox (que tanto le gusta a Putin) y el depilado de cejas, como el que exhibió en la entrevista con Pepa Bueno! Pero no pudo ser, todavía le falta talla internacional, le falta armamento porque los de Podemos y los de Sumar no le dejan gastarse más porcentaje del PIB en tanques, y le falta un tren blindado como el de Kim. ¡Qué fuerte, un tren blindado! Y aquí con Chamartín y Atocha siempre colapsadas por los retrasos y averías de los AVE. Menos mal que el ministro del ramo dice que Renfe funciona mejor que nunca. Todavía recuerdo aquellos viajes, que se hacían cortos, en unos trenes limpios, con azafatas monísimas, respetuosas y eficaces. Ahora te tratan a coces, más vale no pedirles nada. ¿Dónde se han ido las flores?
Recuerdo también que antes nos interesábamos por la evolución política del país, claro, y la que suscribe más todavía por el ejercicio de la profesión periodística, pero también veíamos y oíamos programas poblados de escritores e intelectuales, Cela, Rosa Chacel, Carmiña Martín Gaite, Jorge Edwards, … Ahora vemos gentes que hablan de reconocer o no a un niño no deseado fruto de un revolcón sin protección (Bertín), al que hace películas de un policía guarro (Torrente) y a influencers que blasonan de no leer (la Pombo o Georgina). Conocemos tantas casas donde no hay ni un libro… Claro que algunos somos tan poca cosa que solo tenemos libros y ningún brillante exuberante como para lucirlo en el Festival de cine de Venecia. Tampoco publicamos libros de memorias que solo interesan a quienes gustan de vivir las vidas ajenas. ¿Dónde se han ido las flores?
Luego está lo de los proetarras que quisieron interrumpir la vuelta ciclista a su paso por Bilbao, en apoyo de los terroristas de Hamás. Claro, son cuña de la misma madera, y los israelíes y el equipo israelí nada tienen que ver con Netanyahu, ya que pertenece a un particular canadiense, lo mismo que la mayoría de los palestinos nada tienen que ver con los salvajes de Hamás.
CODA. Tarantino ahora va y se marca una obra de teatro para representar en Londres a principios del año próximo. Mientras espero con impaciencia, devoro en Netflix la miniserie “Dos tumbas” de mi amiga Vero Vila-San Juan, que es tan buena como el estadounidense, y que en cuatro días ha hecho casi 9 millones de visionados. En USA está en el número 2 y hay unos ochenta millones de abonados. Ahí lo dejo…
✕
Accede a tu cuenta para comentar