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La economía va bien, pero no para todos

«Los precios, desde 2020, han subido un 22,5% y, a este paso, podrían duplicarse en un decenio. Eso no es estabilidad»

Paul Volcker (1927-2019), un gigante de dos metros de altura y el presidente de la Reserva Federal americana (FED) que domeñó la inflación cuando cabalgaba hacia el 20% en los albores de los años ochenta del siglo pasado, decía que «una inflación del 2% cada año significa que después de una década los precios serán más de un 25% más altos y que se duplicarán en una generación. Eso no es estabilidad de precios y, sin embargo, lo llaman estabilidad de precios». Muchos años más tarde, la realidad confirma una y otra vez las palabras de Volcker. Ayer, el Instituto Nacional de Estadística (INE) anunció que la inflación interanual en septiembre en España fue del 3%. Algunos alegarán que está cerca del objetivo del Banco Central Europeo (BCE), del 2%, pero es tramposo. No ha sido necesario un decenio, como decía el banquero central americano. Desde septiembre de 2020, los precios en España, siempre según los datos oficiales del INE, han subido la friolera del 22,5%. A ese paso no hará falta una generación para que se dupliquen, sino apenas diez años. Todo coincide con el autobombo sanchista que presume de la buena marcha de la economía española. Es cierto en términos macroeconómicos, como acaba de confirmar el Fondo Monetario Internacional (FMI), que eleva el crecimiento del PIB hasta el 2,9% para este año. Es poco discutible, aunque habrá radicales que lo hagan. El que eso signifique un aumento general del bienestar también es muy opinable, cuando no falso. Una encuesta de 40dB para Cinco Días y El País, contemporánea de las triunfalistas para el PSOE de Tezanos, afirma que el sentimiento económico se deteriora en los españoles y roza el pesimismo, a pesar de las buenas cifras «macro», que son en las que se refugia Pedro Sánchez y su Gobierno. Ábalos se salvó ayer de la prisión preventiva por la campana, pero su pasado tren de vida es una espada de Damocles tan amenazante como el dinero en efectivo que manejaba el PSOE. Amaia Montero regresa a la «Oreja de Van Gogh» y las familias controlan su endeudamiento en unos 786.000 millones, la mitad que el del Estado. Los precios, además, se comen las ganancias de la clase media, porque no ya un 2%, sino un 3% de inflación, no es estabilidad de precios, como advirtió Volcker.