El Brexit, acicate para la refundación de la UE

No estamos ante una crisis de identidad o de futuro de la Unión Europea. Estamos ante una oportunidad única para redefinir el proyecto común y crecer. El Brexit, la salida de Gran Bretaña del club de los 28, debe servir para profundizar los lazos entre los estados que permanezcan en la UE. Para ello, el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, presentó ayer una hoja de ruta que debe ser brújula y escudo ante la ola de euroescepticismo que amenaza con recorrer Europa, desde Holanda a Francia, en sus respectivas elecciones generales, durante los próximos meses. El libro blanco de Juncker es un ejemplo de democracia por la invitación a la participación y los distintos escenarios que ofrece –incluso la posibilidad de menos integración–, además de respuestas –en forma de más recursos y fondos– frente al fenómeno de la inmigración ilegal. En esa puesta en común de todos los socios de la UE frente al Brexit, las miradas se dirigen a Roma. Allí, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE aprovecharán la cumbre que celebrarán el 25 de marzo para comenzar a encauzar el futuro común. La fecha tiene su enjundia, ya que es el 60 aniversario de la firma del Tratado de Roma, que alumbró la Comunidad Económica Europea. Hay que celebrar de dónde venimos para saber dar justa respuesta a las tensiones, de este a oeste –de Rusia o China y EEUU–, e impulsar la nueva UE desde los valores de los padres fundadores.