Nacionalismo

El choque de trenes será entre separatistas

La Razón
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Los separatistas catalanes tienen serios problemas internos. Es un hecho que a duras penas pueden disimular. A medida que se aproxima la hora de la verdad, de dar el paso al frente con ese referéndum ilegal, o de dar el paso al lado y recoger velas, las estrategias ponen a cada uno en su sitio, que no es el mismo. Después de las grabaciones y filtraciones de ERC para desacreditar al que ya dan por seguro adversario electoral en los comicios autonómicos que se vienen encima, Oriol Junqueras puso sobre la mesa la declaración unilateral de independencia que él sabe que nunca declarará. Su socio en Junts pel Sí, pero dirigente del PDeCAT, David Bonheví, se desmarcó ayer de la posición del líder republicano y apostó por ir «paso a paso» en el proceso y centrarse en el referéndum. Para enredar aún más el despropósito interno de los separatistas, la Asamblea Nacional Catalana anunció que votará sobre la secesión unilateral si el Estado impide la consulta por medios violentos. En fin, un lío patético que deja en evidencia la enorme deuda histórica de una irresponsable clase política de Cataluña con sus conciudadanos, a los que han condenado al desgobierno por una causa que sirve exclusivamente a los intereses de una minoría gobernante. Mientras, Puigdemont prepara actos «teatrales» para presumir de lo que adolecen: unidad. Serán los catalanes los encargados de poner a cada uno en su sitio.