Papel

El Papa, la voz de los indefensos

La Razón
La RazónLa Razón

El Papa termina hoy en EE UU un viaje histórico que le ha llevado también a Cuba y en el que se ha erigido en portavoz de los que no pueden defenderse. En todas sus intervenciones, tanto ante el Congreso de EE UU como ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Francisco ha mantenido un discurso homogéneo en el que el denominador común ha sido la defensa de la vida en todos sus estadios. Su Santidad ha condenado enérgicamente la pena de muerte, las guerras por motivos espurios y el maltrato a los inmigrantes, y ha defendido el derecho de todo ser humano a llevar una vida digna, libre de persecuciones y amenazas. Tanto en las calles de La Habana como en Nueva York o Washington DC ha quedado patente el fervor que el Papa inspira en los millones de católicos que no han querido perderse su mensaje. La elección de estos dos países, Cuba y EE UU, no ha sido baladí. La gira americana de Francisco ha rubricado el acercamiento entre el régimen de los Castro y el Gobierno de Obama, un deshielo en el que ha sido decisiva la mediación de la diplomacia vaticana en un trabajo callado que ha durado varios meses. El último acto del Sumo Pontífice en suelo estadounidense también tuvo un significado especial ya que presidió su Primer Encuentro Mundial de las Familias.