España
El paro se ralentiza
El alto índice del desempleo en España no admite paliativos, como demuestra el hecho de que es, junto con el saneamiento de las cuentas públicas, el principal objetivo de la acción de Gobierno. Igualmente, el drama que supone el gran número de españoles que desean trabajar y no encuentran empleo se percibe por el conjunto de la sociedad como el mayor problema que afecta a nuestro país. De ahí se desprende que las cifras del paro sean un recurso fácil para la demagogia de la oposición que, sistemáticamente, elude el análisis en profundidad de unos datos que, con no ser nada buenos, marcan una tendencia correctora de la deriva negativa seguida por el mercado de trabajo en los últimos cuatro años. Así, si bien es cierto que el paro registrado en el pasado mes de febrero ha aumentado en 59.444 personas, el incremento es menos de la mitad del registrado en 2012, cuando la cifra fue de 112.269 personas. Además, se trata del mejor dato de un mes de febrero desde el año 2008, al inicio de la crisis. Febrero es uno de los considerados «meses malos» para el mercado de trabajo porque recoge el final de la campaña de cítricos y del periodo de rebajas. Por ello, conviene señalar que en términos desestacionalizados, el paro registrado ha experimentado una disminución de 1.802 inscritos. En febrero de 2012, el mismo dato daba un aumento de más de 53.000 personas. Pero es que, además, mes a mes, se sigue reduciendo el incremento anual del paro, que ya acumula un descenso de cinco puntos desde el 12,7 por ciento de mayo al 6,9 por ciento registrado en febrero. En la anterior fase recesiva, el incremento anual llegó hasta el 57 por ciento en marzo de 2009. Pero, aunque esta tendencia se mantiene, la situación de recesión económica que atraviesa España, con un decrecimiento del 1,4 por ciento del PIB, ha llevado a que por primera vez se supere la cifra de cinco millones de parados, concretamente, 5.040.222 personas. Ante estos números, la obligación del Gobierno es seguir trabajando en nuevas reformas y acciones en favor del empleo, como la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven, cuyas primeras 11 medidas aprobadas en Consejo de Ministros acaban de entrar en vigor. Es, también, imprescindible seguir avanzando en las medidas de liberalización del mercado, como las que se refieren al comercio, cuyo exceso de regulaciones autonómicas dificulta un desarrollo competitivo porque sin un cambio real y profundo de nuestro modelo productivo, excesivamente ligado a las subvenciones públicas y a las regulaciones, no será posible recuperar el mercado de trabajo. Todos los datos, desde la caída del consumo interno hasta el número de transacciones inmobiliarias, demuestran la intensidad de la recesión pero también, que la tendencia está empezando a cambiar.
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