Elecciones Generales 2016

El Partido Popular gana apoyos por ser garantía de estabilidad

La Razón
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Los dos sondeos de opinión de «NC Report» que hoy publica LA RAZÓN confirman que la mayoría de los españoles cree que es perfectamente posible que un Gobierno en minoría parlamentaria pueda gobernar y atender las prioridades de creación de empleo, seguridad de las pensiones y reforma de la Educación. De hecho, el 53,8 por ciento de los encuestados está convencido de que en esta legislatura habrá grandes acuerdos de Estado, y el 45,8 por ciento considera que el principal partido de la oposición, el PSOE, debería apoyar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Aun así, también son mayoría –un 49,5 por ciento– los ciudadanos que temen que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tenga que adelantar las elecciones, lo que, a tenor del sondeo de intención de voto, favorecería las expectativas electorales del Partido Popular, formación a la que se considera la mejor opción para mantener la estabilidad del país en un momento en el que los movimientos nacionalistas y populistas parecen crecer en el resto de Europa, y en Estados Unidos han dado la presidencia a Donald Trump. No es ése el caso español, al menos si hoy se celebraran elecciones generales. En efecto, la encuesta electoral describe un escenario de estancamiento del voto populista, que ni siquiera se ve favorecido por la acentuada caída de la intención de voto al PSOE. Es más, los sufragios que perderían los socialistas irían en mayor porcentaje al PP –un 4,4 por ciento– que a Podemos y sus mareas –que sólo recibirían el 3,9 por ciento de los antiguos votos del PSOE–, lo que desmiente las interpretaciones del sector afín al ex secretario general socialista, Pedro Sánchez, de que la mayoría de sus votantes y simpatizantes prefieren un partido más escorado a la izquierda. No. Lo que la encuesta nos dice es que una cuarta parte del voto socialista –el 24,5 por ciento– decidiría abstenerse en unas nuevas elecciones generales, sin duda, ante la situación de crisis interna que atraviesa el partido. Tal vez en este resultado influya la fecha en la que se hicieron las preguntas, en pleno debate sobre las sanciones a los diputados díscolos, pero, en cualquier caso, refleja desaliento en el votante tradicional socialista, al que no acaban de convencer otras opciones políticas, ni a su izquierda ni a su derecha. En este sentido, la otra opción a considerar, Ciudadanos, apenas recibiría un trasvase del 0,8 por ciento del voto ex socialista. El partido que lidera Albert Rivera no sólo parece haber tocado techo, sino que empieza a dar señales de agotamiento. Según el sondeo, Ciudadanos es, detrás del PSOE, la formación que más cae en intención de voto –un 1,7 por ciento– con respecto a sus resultados del 26 de junio, y también la que más sufragios trasvasa al PP: un 9 por ciento. La explicación no puede hallarse en el «voto útil», puesto que el partido naranja vuelve a ser, detrás del PSOE, el que más apoyos se deja en la abstención: un 22 por ciento, lo que denota, más bien, un agotamiento del mensaje, combinado con decisiones políticas que no acaban de ser bien entendidas por su electorado potencial. Es revelador que el 54,5 de los encuestados manifieste su rechazo a que, por ejemplo, Ciudadanos vote iniciativas en el Parlamento junto a Podemos. En definitiva, el Partido Popular es el único que sigue en ascenso –obtendría hoy el 36, 9 por ciento de los sufragios, cuatro puntos más que en las pasadas elecciones–, sin duda porque muchos electores lo consideran una referencia de estabilidad frente a la amenaza de los populismos.