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El PSOE habla sin saber

La Razón
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Un ejercicio de transparencia. Eso es lo que se dispone a acometer hoy el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, al comparecer en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre la reunión que mantuvo, durante una hora, el pasado 29 de julio, con el ex vicepresidente del Gobierno y ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato. Un encuentro en sede ministerial, a plena luz del día, a la vista de todas las personas que en ese momento pudieran pasar por el Paseo de la Castellana de Madrid o de todos aquellos con los que se pudiera topar en la sede del Ministerio del Interior. Nada que ocultar ante un asunto que se circunscribe a una buena relación de amistad de dos compañeros de partido y donde uno de ellos, Rodrigo Rato, le transmite su preocupación por las amenazas que recibe un familiar y le pide consejo. Frente a ello, desde la izquierda, se ha querido construir un castillo de naipes de tráfico de intereses y favores... Faltos de argumentos, los socialistas han querido poner el foco mediático sobre el asunto y no han esperado a la comparecencia parlamentaria de Fernández Díaz porque no confían, dicen, en que salga «nada» de la misma. Sentencian sin ni siquiera oír: le denuncian ante la Fiscalía General del Estado. En este sentido, es indispensable que la Fiscalía actúe con diligencia y no se dilate su respuesta. No debemos olvidar que en este caso están en juego derechos fundamentales de las personas. Con todo, ante esta iniciativa de los socialistas, el titular de Interior ha solicitado a los servicios jurídicos de su departamento el estudio del ejercicio de eventuales acciones penales contra el PSOE por denuncia falsa e injurias. En el PP se ha salido en defensa del ministro, se ha acusado al PSOE de hacer un caso «donde no lo hay» y, a través de su portavoz parlamentario, Rafael Hernando, se ha tachado de «disparate» la denuncia del Partido Socialista. Más allá del intento, una vez más, de judicialización de la política, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados la izquierda, pues lo ha llevado a cabo en temas de Sanidad y Educación, lo que pretende el PSOE con una denuncia sacada de contexto y sin esperar a las explicaciones del ministro, es jugar a la confusión. En política, como en tantos apartados de la vida, no todo vale. No es de recibo intentar poner zancadillas políticas a una gestión eficaz como la que representa el ministro Jorge Fernández Díaz. Sus éxitos en la lucha contra el terrorismo de ETA y la amenaza yihadista, su esfuerzo en favor de la seguridad nacional, no pueden estar al albur de una irresponsable política de la izquierda. Primero, escuchar sus explicaciones, y luego, hablar y obrar en consecuencia. Aquí, como en otros asuntos, al PSOE y a los nacionalistas les ha podido el acoso y derribo a una gestión eficaz sobre un asunto del que nada saben.