Cataluña

El separatismo deja tiradas a las farmacias

La Razón
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La realidad es la que es. La fiesta separatista no lo es para una inmensa mayoría de los ciudadanos de Cataluña que han sufrido el desgobierno demasiados años ya con la excusa del «España nos roba». Hay muchos sectores que han padecido la negligencia y los desatinos del Gobierno de la Generalitat y de sus acólitos, pero las farmacias, un colectivo clave en cualquier sociedad, han resultado dolorosamente castigadas por la irresponsabilidad de Artur Mas y del secesionismo. Mientras Carme Forcadell, Raül Romeva, Oriol Junqueras y otros líderes independentistas se lo pasaban en grande con sus «selfies» en el Parlament esta semana, la Generalitat comunicaba a los boticarios que no dispone de más dinero para pagar medicamentos, con lo que aumentará su deuda con las farmacias a más de 330 millones de euros y colocará a un colectivo estratégico en una situación crítica. Y todo ello dentro de un contexto creciente de negligencia e irresponsabilidad económicas en Cataluña, con una deuda de 67.000 millones de euros, la mayor de todas las autonomías, y subsistiendo gracias a los fondos que entrega el Estado –49.000 millones en la legislatura actual–. Los separatistas quieren la desconexión con España. En realidad, hace tiempo que desconectaron con los problemas de la gente para preservar sus privilegios.