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Hollande rearma Francia contra el yihadismo

La Razón
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El presidente de Francia, François Hollande, anunció a los diputados y senadores reunidos ayer en sesión excepcional en el Palacio de Versalles la adopción de una batería de medidas destinadas a reforzar la seguridad interior y las fronteras de la República contra la amenaza yihadista. Incluyen desde la reforma parcial de la Constitución –para adecuar la declaración de estado de sitio y de emergencia a la situación actual– hasta el endurecimiento del Código Penal, pasando por el incremento sustancial de las fuerzas policiales y de la Gendarmería, aunque suponga tener que renunciar al pacto de estabilidad financiera. Decisiones que sin duda afectarán a derechos individuales, como ocurre con el arresto preventivo o la retirada de la nacionalidad de los ciudadanos franceses que colaboren con terroristas, pero que responden al estado de guerra impuesto por el yihadismo. Sin embargo, Hollande dejó en el aire la única decisión que de verdad importa: la intervención con tropas terrestres en el territorio que domina el Dáesh, una vez que ha quedado demostrada la ineficacia de la campaña de bombardeos aéreos de la alianza que se ha prolongado más de un año. No se trata de que Francia actúe en solitario, pero sí de que articule una coalición occidental que acabe de una vez por todas con el baluarte terrorista.