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La red de AVE como gran operación de Estado

La Razón
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Con la inauguración de la línea de AVE Valladolid-Palencia-León, a la que se unirán en los próximos meses las conexiones a Zamora, Burgos, Murcia, Castellón y Granada, España está a punto de culminar una de las más importantes operaciones de Estado emprendidas desde la Transición: vertebrar territorialmente la nación a través de un ferrocarril de alta tecnología que una todas las capitales de provincia. Una obra magna, iniciada por el Gobierno de Felipe González, proyectada en su máxima dimensión por José María Aznar y desarrollada por los Ejecutivos de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. En total, serán 5.000 kilómetros de vías, de los que ya están en servicio 3.266, que hacen de nuestro país el segundo del mundo por la extensión de su red de Alta Velocidad. Se trata de un proyecto que no puede evaluarse exclusivamente con parámetros contables, puesto que los beneficios sociales y económicos inducidos multiplican la inversión, por no hablar de lo que ha supuesto de avance para las empresas españolas de ingeniería del transporte, que hoy se encuentran entre las más punteras del sector, con contratos en medio mundo. Con apuestas de futuro como el AVE, por encima de banderías políticas, es como avanza un país y se consolida la convivencia en libertad.