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Los Pujol, organización para delinquir

La Razón
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Hoy, todos los miembros de la familia Pujol Ferrusola están imputados en diversas causas relacionadas con la corrupción, desde los progenitores hasta los siete hijos, del primero al último. Las arduas y complejas investigaciones policiales, además de las judiciales, nos han presentado al clan como una perfecta maquinaria para el enriquecimiento ilegal y fraudulento a través de procedimientos perfectamente engrasados que siempre estaban relacionados con «mediaciones» y «asesoramiento» en adjudicaciones o recalificaciones vinculadas a su influencia con el poder político en la comunidad y en los ayuntamientos. Cuesta trabajo no ver al clan como una asociación ilícita o una organización para delinquir, en la que, además, todos los integrantes se beneficiaban de cada una de las operaciones, con la salvedad de que el «actor principal» ingresaba una mordida un poco superior al resto, que se repartían por igual el montante sobrante. Hay una investigación concluyente y convincente que pondrá las cosas muy difíciles a los Pujol, pero también al régimen convergente y a los grupos independentistas que lo hicieron posible, lo encubrieron o lo disculparon. El oasis no era tal, sino el barrizal institucional en el que se lucraron una familia y sus compinches con el dinero de los catalanes.