Ayuntamientos

Madrid exige más gestión y menos ocurrencias

La Razón
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La gestión de Manuela Carmena y su equipo de Ahora Madrid en el Ayuntamiento de Madrid ha generado descontento y desapego en la ciudadanía. Y ésa, más allá de retóricas y discursos grandilocuentes, es una realidad constatable en la espectacular bajada de apoyo electoral en las últimas elecciones generales del 26-J respecto a diciembre y no digamos respecto a hace trece meses. La alcaldesa de Madrid intentó vender ayer su labor en el debate sobre el estado de la ciudad. Lo hizo con medias verdades, que son la peor de las mentiras, y mucha inventiva. Alardear de la creación de empleo, de la limpieza de la capital, de lo encantados que están los empresarios con el consistorio, de sus conquistas urbanísticas y de sus presupuestos participativos roza el humor negro. Que además todo lo anterior lo aromatice con iniciativas como el día sin bañador en las piscinas públicas, los jurados vecinales, la Policía comunitaria o los gestores de barrio explica el desplome en el apoyo ciudadano de los populistas. Madrid es algo muy serio y los responsables del Gobierno municipal no lo son. Están muy lejos de ser lo que una urbe de millones de personas necesita. Puede que sus ocurrencias encajen en comunidades okupa, pero la capital de España es otra cosa y no se merece un gobierno enfermo de ideología radical y sectarismo.