Negociación a dos bandas y sin tiempo

El encuentro ha sido en la llamada «sala roja» del Congreso. Un nombre que viene de antiguo, ya que está ornamentada con pinturas de este color del muralista catalán Josep María Sert, pero que se ajusta a los protagonistas. Una espacio perfecto para albergar a los equipos negociadores del PSOE, Podemos, IU y Compromís, que se sentaron, después de semanas de dimes y diretes, a una misma mesa para explorar las posibilidades de un pacto de izquierdas que permita la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Atrás quedan los anuncios del líder de Podemos, Pablo Iglesias, «vicepresidente» voluntario, y su «programa-trágala» para el PSOE. Curiosamente, ayer también, el primer día que se sientan a negociar el Partido Socialista y Podemos, el socialista José Enrique Serrano se reunió con representantes de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados. Unas negociaciones, a diestra y siniestra, que, con el reloj marcando unos tiempos que se acaban el próximo dos de marzo, fecha de la votación en el Congreso, parecen encaminar las discusiones hacia un acuerdo transversal. Un pacto que muchos llaman ya «a la balear»: un atomizado Parlamento unido para aupar a Sánchez como presidente del Gobierno. Los sillones, como el país, en el aire.