Castilla-La Mancha

No todos son iguales

Corresponde a los jueces dilucidar la existencia de irregularidades o delitos en las actuaciones del ex tesorero y ex senador del Partido Popular Luis Bárcenas, y en ello están. Es deseable que todo el procedimiento judicial se lleve con la mayor celeridad posible y hasta el final, porque, sin prejuzgar inocencias o culpabilidades, la proverbial lentitud con que los tribunales vienen investigando las denuncias de corrupción política contribuye a extender entre la mayoría de los ciudadanos la idea de que todos los políticos son iguales, lo que provoca desafección y desapego respecto al sistema democrático. Lo dijo ayer con toda claridad la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, tras la reunión del Consejo de Ministros: «Indudablemente no todos somos iguales y hay mucha gente en política que trabaja, lo hace bien, con honradez, con honestidad y con muchísimo esfuerzo». En la actual situación de crisis económica,cuando las adversas circunstancias exigen un mayor esfuerzo a los ciudadanos para sostener los servicios sociales que tanto ha costado crear, es muy fácil hacer que se extienda la mancha de la sospecha de corrupción sobre toda la clase política, sin distinción, con el riesgo de crear un caldo de cultivo favorable para que los grupos antisistema minen la convivencia social y las bases de la democracia participativa. Y más aún cuando la lacra de la corrupción se convierte en un arma arrojadiza para la lucha partidaria, para el «tú más», en lugar de hacer frente desde la unidad de propósitos e intereses. Porque, no hay que dudarlo, son los políticos los primeros interesados en que se depuren responsabilidades y se atajen conductas impropias que, además, y frente a todo el ruido mediático, son minoritarias. Nadie duda de la honradez y el espíritu de superación de la inmensa mayoría de los militantes, simpatizantes y votantes del Partido Popular, tan desalentados e indignados ante este tipo de comportamientos como el resto de los ciudadanos. Y lo mismo reza, por supuesto, para los demás partidos, en los que, como no tuvo dudas en proclamar la vicepresidenta del Gobierno, «la inmensa mayoría de la gente está a lo que tiene que estar, a su trabajo». Ésta es una realidad que, también, es preciso destacar si no se quiere caer en el desaliento, y así se lo planteó ayer la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, a los ediles de su partido reunidos en la XX Convención Intermunicipal en Almería: «Es injusto y no vamos a permitir que se eche por tierra la labor de tantas personas honradas que han trabajado por defender nuestro país. Éste es un partido en el que quien la hace, la paga; quedaos bien tranquilos».