Principios esenciales

Isidoro Álvarez, Arturo Fernández, Albert Boadella, Francisco Gómez Elías, Laura Cue López y Óscar Rivero Salgado, los galardonados de la V edición de los Premios Alfonso Ussía, tienen en común el que cada uno en su ámbito representa los valores de esfuerzo, compromiso, sentido de la responsabilidad e integridad intelectual con los que nuestro país siempre ha conseguido superar a lo largo de su historia las más difíciles de las situaciones con las que se ha tenido que enfrentar. LA RAZÓN entregó ayer el premio a la Trayectoria Ejemplar a uno de los grandes empresarios de España, Isidoro Álvarez, quien ha hecho de El Corte Inglés uno de los símbolos nacionales por antonomasia, buque insignia del comercio de calidad. Un modelo a seguir porque aúna al talento empresarial, las virtudes del rigor, la sencillez y la discreción que tanto valoran sus clientes y que tan óptimos resultados le han proporcionado.

El galardón al Héroe del Año fue para un hombre valiente, celoso de su legítimo derecho al trabajo honrado y demostración palpable de que los españoles confían en aquellas instituciones del Estado que, como la Guardia Civil, siempre están a la altura del deber encomendado por complicado que resulte. Porque nuestro héroe es Francisco Gómez Elías, el patrón del pesquero «Divina Providencia» que se negó a dejarse avasallar por las patrulleras de la colonia de Gibraltar y que, pese a las coacciones de las autoridades del Peñón, sale noche tras noche a la faena, en una reivindicación tan sencilla como magnífica de soberanía.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, entregó los premios al Estudiante del Año, ganados «ex aequo», a Laura Cue López y Óscar Rivero Salgado, que obtuvieron una nota media de 10 en el examen de Selectividad. Son representantes de la excelencia en el esfuerzo, en un modelo educativo que necesita recuperar la senda del tesón y el sacrificio en unos tiempos cada vez más exigentes.

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, entregó los galardones al Personaje del Año a dos intelectuales de talla como son Arturo Fernández y Albert Boadella. La dramaturgia española tiene en ellos dos ejemplos de profesionalidad y talento que han conseguido para su trabajo la difícil unanimidad de la crítica y el público. Dos españoles, además, que siempre han defendido sin complejos ni afectaciones los valores de la Constitución y de la unidad de España. Todos los galardonados son modelos por sí mismos para cualquier sociedad que se precie, pero en su conjunto nos orientan e iluminan el camino a seguir en estos tiempos convulsos.