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Rita Maestre, incapaz de asumir los hechos

La Razón
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El transcurso de la vista oral del juicio a la actual portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, por un delito contra los sentimientos religiosos contemplado en el Código Penal, ha demostrado la incapacidad de la acusada para comprender cuál fue la naturaleza de su acto ni el daño causado a unas personas por el mero hecho de no compartir sus planteamientos ideológicos. Incapaz, incluso, de una simple petición de disculpas ante el tribunal juzgador, Maestre insistió en la, a su entender, naturaleza pacifica de la protesta que, según todos los testigos e indicios, capitaneaba, como si la profanación en cuadrilla de un templo en el que se hallaban rezando los fieles, con insultos a los fundamentos de su fe y gestos obscenos, fueran actos amparados por la libertad de expresión. Todo ello, sin entrar en la buscada confusión por parte de la izquierda española, que interpreta en clave laicista la aconfesionalidad del Estado recogida en la Constitución. Con independencia de la decisión del tribunal, ante el que la Fiscalía mantuvo su petición de condena, el Consistorio madrileño ya debería haber reclamado la dimisión de su concejal, aunque sólo sea porque se ha demostrado incapaz de asumir la gravedad de unos hechos, que son paradigma de la intolerancia.