Sánchez debe descartar un pacto con Podemos

Nada podría perjudicar más a las expectativas de crecimiento económico y, por lo tanto, social de España que un supuesto pacto post electoral entre la socialdemocracia que representa el PSOE y una coalición de partidos de extrema izquierda y soberanistas como la que aglutina Podemos. Sólo el anuncio hecho por Pablo Iglesias de que pretende convocar referendos separatistas en las comunidades autónomas que lo demanden, en un flagrante y estéril atentado contra la Constitución y la soberanía del conjunto de los españoles, debería suponer una línea roja para un partido con vocación de Estado. Pedro Sánchez debe descartar cualquier acuerdo con la extrema izquierda y hacer caso a quienes desde la mayor solvencia política, como el ex presidente Felipe González, denuncian el doble lenguaje y las malas prácticas de los líderes de Podemos, asesores de un régimen como el de Venezuela, que ha llevado a la ruina al país y que rehúsa cumplir los mandatos democráticos, y con notorias vinculaciones con el Irán de los ayatolás. El daño a la imagen exterior de España y la desconfianza de los mercados internacionales en el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la Unión Europea pueden dar al traste con el proceso de recuperación que experimenta España.