BCE

Visita positiva de Draghi

La Razón
La RazónLa Razón

La intervención del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en el Congreso de los Diputados, que los partidos de la oposición, a tenor de su agria reacción y sus protestas, parecen haber confundido con una comparecencia parlamentaria al uso, debería servir, cuando menos, como indicador de que el duro ajuste financiero que está llevando a cabo España no va ser estéril y que, muy al contario, los distintos observadores internacionales, que trabajan con perspectivas a medio y largo plazo, comienzan a cambiar su diagnóstico sobre el futuro económico de nuestro país. Así, a las palabras de Mario Draghi, con un claro mensaje optimista, hay que unir, por ejemplo, el análisis de situación anual del banco de inversiones estadounidense Morgan Stanley que, al referirse a las perspectivas económicas de la zona euro, afirma, sin ambages, que «España va camino de convertirse en la próxima Alemania», gracias a su programa de reformas que, entre otras ventajas, producirá un aumento de la competitividad y una fuerte evolución positiva de las exportaciones. Y pone en el reverso de la medalla a los germanos, de los que vaticina que tendrán que compensar el deterioro de su competitividad exterior, con una mayor demanda interna. Hace un año, un pronóstico de estas características hubiera sido recibido con algo más que escepticismo por los mercados financieros internacionales. ¿Qué ha cambiado? Lo primero, y más importante, como ha reconocido el propio Draghi, es la recuperación del crédito de España en el seno de la UE, que se ha conseguido a base de cumplir los compromisos adquiridos y pese a la cicatería y la incomprensión de algunos de nuestros socios. Sólo cuando el riesgo de contagio al conjunto del euro, una y otra vez vaticinado por el Gobierno de Rajoy, se hizo patente, Europa reaccionó a través de su Banco Central. Esa estrecha interconexión de las economías europeas que, ciertamente, convierte a los parlamentos nacionales en una institución comunitaria más, fue puesta de relieve por el presidente del BCE, como aviso a navegantes sobre la trascendencia que tiene para el conjunto de la UE cualquier legislación adoptada por un país miembro. No parece que los parlamentarios de la oposición se dieran por aludidos en esta llamada a la corresponsabilidad, más preocupados en saber por qué el BCE no financia con una nueva barra libre proyectos de estímulo económico con dinero público. Pero, en definitiva, lo que Draghi ha dejado claro es que la salida de la crisis se hará con el esfuerzo y la colaboración del conjunto de la UE y, también, que el caso español es un ejemplo a seguir, y que las medidas adoptadas por Rajoy comienzan a dar frutos. Falta mucho camino, pero no hay razón para no alegrarnos de las buenas noticias y de las opiniones favorables.