Parlamento Europeo

El proyecto de Europa sigue en pie

La temida penetración de los nacionalismo eurófobos en el Parlamento Europeo ha sido contenida. Ciertamente, el peligro sigue ahí, puesto que el populismo se ha hecho fuerte en Francia e Italia, dos naciones han forman parte de la columna vertebral del proyecto comunitario. También en Reino Unido han ganado los extremistas, lo que augura aún mayores turbulencias al Brexit, pero los eurodiputados británicos ya sólo están de paso.

De hecho, ni conservadores ni laboristas hicieron campaña para las europeas. Debe preocupar Italia, donde la tendencia populista crece y las proyecciones económicas son cada vez peores, y menos Francia, puesto que buena parte del voto recogido por Le Pen hay que interpretarlo en clave interna, como un aviso a las políticas de Emmanuel Macron. Polonia mantiene los mismos equilibrios y Hungría es, resueltamente, una sociedad volcada en sí misma. El proyecto europeo, pues, demuestra que sigue manteniendo el respaldo de la mayoría de sus ciudadanos. Han perdido fuerza populares y socialistas, pero han ganado apoyo liberales y verdes, que con todos los matices que se quiera, son formaciones que creen en el sueño europeo. No hay que descuidarse, pero se ha salvado un escollo.