Patrimonio

El PSOE olvida a su base católica

La ocupación del espacio público con el signo indeseable del lazo amarillo no sólo es un ataque a la democracia y a los ciudadanos que no lo portan, también su contaminante moral perjudica a algo tan noble como la lucha contra el cáncer infantil, cuyo símbolo, un lazo dorado, es objeto de una confusión que lastra su causa. La Federación Española de Padres de Niños con Cáncer ha alertado de ese daño, pero el independentismo tiene prioridades que no pasan por atender el sentir de estas familias.