Pena de muerte

La pena de muerte es inaceptable

Todos los conocidos defectos del sistema judicial estadounidense se están poniendo de relieve en el caso de Pablo Ibar. No sólo por el hecho de que lleve encarcelado 24 años, 16 de ellos en el corredor de la muerte, sino porque la repetición del juicio concedida por el Tribunal Supremo supone tener que pagar más de un millón de euros, cantidad que no está al alcance de la mayoría de los reos. Si la pena de muerte es, de hecho, cruel e innecesaria, un baldón para una democracia, su irreversibilidad la hace inaceptable.