El desafío independentista

La rebelión del 20-S no fue una fiesta

El espíritu pacifista y festivo que los encausados en el juicio por el 1-O invocaron en sus declaraciones preliminares contrasta con los hechos. Ayer, el teniente de la Guardia Civil que dirigió el operativo del registro de la Consejería de Economía el 20 de septiembre describió una situación en la que los agentes percibieron «riesgo real» y donde el papel del Jordi Sánchez, líder de la ANC, estaba por encima de los Mossos. La fiesta iría por dentro, porque todo apunta a que el delito de rebelión no es una exageración.