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Mas provoca al estado de derecho

La Razón
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Aestas alturas del «proceso», a Artur Mas sólo le queda la vieja y peligrosa táctica de la provocación. No de otra manera puede interpretarse su negativa a acatar una decisión de los tribunales que le inhabilitase. Debería ser consciente de que este paso le sitúa fuera de la ley y obligaría a tomar medidas más drásticas. Su objetivo es mantenerse en el cargo a toda costa.