Suspenso para los alcaldes populistas

Dos meses después de la constitución de los ayuntamientos que resultaron de las elecciones municipales de mayo, y de un cambio populista en consistorios muy importantes del país, es hora de un primer balance que no puede ser favorable a sus gestores en la mayoría de estos casos. Los pronósticos sobre lo que cabía esperar de estos improvisados regidores, sin experiencia alguna y con capacidad de servicio público por demostrar, no eran precisamente los mejores. Estas semanas han sido suficientes para refrendar que ese profundo escepticismo que nos provocaban estaba más que justificado. Gobiernos locales de Madrid, Barcelona, Valencia, Cádiz, Zaragoza, La Coruña o Santiago se han distinguido por una inactividad palmaria en la pura y dura gestión municipal y por una dedicación casi exclusiva a «ideologizar» sus ciudades con actuaciones arbitrarias y sectarias contra instituciones como la Monarquía o las celebraciones y tradiciones religiosas. La valoración de la gente es negativa. Según la encuesta de NC Report, los alcaldes de Madrid, Manuela Carmena (4,1); Barcelona, Ada Colau (4,2); Cádiz, José María González Kichi (3,6), y La Coruña, Xulio Ferreiro (3,9), suspenden con rotundidad.La mentira tiene las patas cortas.