Tsipras paga su falta de escrúpulos

El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, se encuentra en la cuerda floja tras haber perdido el apoyo parlamentario del partido de Griegos Independientes, formación ultranacionalista de extrema derecha que se opone a que el Parlamento rubrique el pacto de avenencia con Macedonia. La izquierda de Tsipras, que se ha mantenido en el poder mediante una coalición de extremistas, no dudó en despreciar el resultado del referéndum –convocado por él mismo en una de las más insólitas operaciones de demagogia política de las que hay recuerdo– que rechazó las exigencias del rescate de la Unión Europea y aplicó todas las medidas de recortes presupuestarios que propuso Bruselas, eso sí, sin apearse del discurso populista que llevó al poder a su partido, Syriza, en medio de una de las mayores crisis económicas y sociales sufrida por el país heleno. Su falta de escrúpulos acabará por pasarle factura si, como parece, Griegos Independientes fuerza un adelanto electoral, para el que las últimas encuestas dan ganador al partido del centro derecha Nueva Democracia, por una ventaja superior a los 12 puntos. Los ciudadanos, tras los terribles esfuerzos del rescate, ya no parecen creer en discursos voluntaristas.