
Canela fina
Feijóo ante la manipulación digital de las urnas
«Herramienta electoral para que el régimen de Venezuela se consolide y permanezca de forma indefinida»
Según David Alandete, las denuncias de Hugo Carvajal ante el presidente Trump «añaden un elemento nuevo al debate sobre la fiabilidad de la tecnología digital y sobre la supervisión de las empresas que operan en este sector». La inquietud se ha despertado en varias naciones americanas. Carvajal, exjefe de la Inteligencia militar venezolana, ha afirmado con rotunda claridad: «Smartmatic nació como una herramienta electoral del régimen de Venezuela y se convirtió después en un instrumento para garantizar que el régimen permanecerá en el poder para siempre». En una de las últimas conversaciones con Hugo Chávez, el dictador comunista Fidel Castro le dijo: «Tras la caída del muro de Berlín, está claro que si el comunismo quiere subsistir en nuestra América debe convertirse en comunismo con elecciones». Chávez le interrumpió: «¿Comandante, pero y si se pierden?». «Las elecciones no se pierden –le aclaró Castro–, las elecciones se manipulan».
Carvajal afirma: «El software que procesa los votos permite modificar el resultado sin dejar rastro». Y Alandete asegura: «Se trata además de una empresa que ha tenido contactos con España y ha sido consultada para proyectos en procesos electorales por parte de compañeros de este país».
Varios dirigentes del Partido Popular me han asegurado que España es una nación digitalizada de vanguardia y que aquí no puede prosperar lo que se hace en el tercer mundo. Mark Rutte, actual secretario general de la OTAN, fue primer ministro de Holanda. En las elecciones de 2017 ordenó a los suyos utilizar «papel y lapicero» en las mesas electorales y no acudir al ordenador para transmitir los resultados sino al teléfono. Me aseguran que una docena de digitalizados espías rusos habían despertado las alarmas. Holanda no es un país del tercer mundo sino una de las naciones más desarrolladas por su vanguardia en la digitalización.
Tal vez se decida Alberto Núñez Feijóo a apartar unos días de su lado a los agradaores gallegos que le ensalzan, para ocuparse del riesgo de perder las próximas elecciones generales. Ante lo ocurrido en algunos países de Iberoamérica, parece obligado tomarse las cosas en serio.
Luis María Anson,de la Real Academia Española
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