El trípode
El Frente Popular sanchista: ningún «reencuentro»
Yolanda Díaz creyó ser la candidata a la investidura citando incluso al Papa Francisco, afirmando que en Sumar «no tienen problemas de coherencia» y que «con la amnistía gana la democracia».
El Frente Popular es una praxis política nacida del VII Congreso de la Internacional Comunista en 1935, promoviendo coaliciones antifascistas para hacer frente al ascenso del nazismo. En España se materializó en una coalición que asumió el gobierno mediante un demostrado fraude electoral en febrero de 1936, seguido cinco meses después por la Guerra Civil. Fue el 1º y único Frente Popular que gobernará en España hasta llegar Sánchez al frente del PSOE, y que está en La Moncloa gracias exactamente a las mismas formaciones que en 1936: PSOE, PCE, ERC, y PNV, además ahora de BILDU y Junts. Ayer, en el Congreso vivimos la consecuencia de esa política frentista entre dos bloques políticos y sociales ya calificados como representativos de «las dos Españas». La crispación alcanzó un nivel nunca alcanzado en la sede de la Soberanía Nacional reflejo de una sociedad muy sensibilizada ante la grave situación provocada por esa amnistía. Feijóo estuvo brillante en su intervención en un intenso debate, y Abascal elevó la tensión hasta el punto de abandonar el Hemiciclo los 33 integrantes del tercer Grupo Parlamentario de la Cámara sin escuchar la réplica. Yolanda Díaz creyó ser la candidata a la investidura citando incluso al Papa Francisco, afirmando que en Sumar «no tienen problemas de coherencia» y que «con la amnistía gana la democracia».
Dio lecciones de democracia a Feijóo y al ausente Abascal con un mitin –tan populista y progresista como comunista–, sobre lo que es una democracia. Calificó a Feijóo de «constitucionalista fijo discontinuo» acreditando su experiencia en calificaciones de esas características para reducir las cifras de paro. Reivindicó que «su feminismo no es un Ministerio, y está en el adn de Sumar» en una alusión al destino de Montero y Belarra. Definitiva su sentencia acerca de que «no hay futuro sin mujeres», lo que resulta indiscutible desde la creación del mundo. Su plurinacionalidad, expresada en lengua gallega culminó su reivindicación sobre una España «verde» que trabaje por la emergencia climática y contra el machismo, proyecto de una coalición sobre todo muy «progresista». Con Rufián, el candidato reiteró la falsedad histórica de dar por comenzado el procés en 2012 gobernando el PP cuando su comienzo data de 2004, con el primer Tripartito socialista en la Generalitat y el PSOE en La Moncloa. La portavoz de Junts, Míriam Nogueras reprochó a Sánchez que no reconozca «el problema judicial y político existente entre dos naciones». Y que el pacto firmado «no habla de diálogo sino de negociación» ni tampoco habla de «reencuentro» ninguno. Quien quiera entender que entienda lo que han firmado Sánchez y el PSOE con el separatismo catalán.
✕
Accede a tu cuenta para comentar