Letras líquidas

Gente común

Se ve en los actos de cada día y se vio en el «cara a cara» de Atresmedia: Feijóo instalado en la más absoluta normalidad para difuminar cualquier desapego de los ciudadanos con la clase política

Fue todo un himno del «brit pop» en los 90 y una especie de resumen sonoro de las diferencias sociales. La banda británica Pulp radiografió en los acordes de «Common people» la curiosidad de una joven griega de familia acomodada, que llega a Reino Unido para ampliar estudios, por las vidas cotidianas de la «gente común» que allí encuentra. Quiere vivir como ellos. Hacer lo que hacen ellos. Y decide empezar por un supermercado, por qué no, para acercarse a esa exótica forma de existencia. La canción se convirtió, además de un clásico, en el paradigma de la divergencia que separa realidades que, muchas veces, conviven paralelas en el tiempo y el espacio sin llegar a rozarse. Pensaba, precisamente, en esos abismos al hilo de las variadas estrategias electorales para el 23J (serán cosas de la mente enfocada en la campaña) y de los modos tan opuestos que se plantean para convencer al elector del sentido de su voto. Como en todo, o en casi todo, en el universo de la politología, de la asesoría y del márquetin político también hay modas. Estilos, más o menos cíclicos, que se imponen y marcan la imagen que proyecta un candidato (más allá de lo que sea) y que, al final, pueden ser la clave que decante el resultado en las urnas hacia el éxito.

En este periodo electoral conviven dos planteamientos contrapuestos que, a modo casi experimental, proyectan dos fórmulas políticas, la del PSOE y la del PP. O la de Sánchez y la de Feijóo, como prefieran. La primera, cierto es que bajo los efectos de eso que se ha dado en llamar «síndrome de La Moncloa» y con el socialismo oficial de brazos caídos, apuesta por un método quirúrgico, con poca cercanía y menos contacto, y la segunda despliega la proximidad con mítines a pie de calle, evitando poses y movimientos prefabricados. Se ve en los actos de cada día y se vio en el «cara a cara» de Atresmedia: Feijóo instalado en la más absoluta normalidad para difuminar cualquier desapego de los ciudadanos con la clase política. Como una estrategia vaciada de estrategia y que aspira a constatar que las elecciones se ganan en el súper. Entre la gente común.