Gente sin

“El gobierno regional bajo Susana Díaz actuó según adscripción ideológica a las derechas o a las izquierdas”

Un cirujano que se marea con los olores del quirófano; un enfermero a quien le impresiona la visión de la sangre; un profesor de lengua ágrafo; un profesor de matemáticas que no despeja incógnitas; un profesor de inglés que se trabuca con la pronunciación; un profesor de sociales que confunde región con nación; un profesor de ciencias confunde el tocino con la velocidad; unos pedagogos que jamás enseñaron; un bombero con vértigo; un conductor de ambulancias ciego; un maquinista de trenes con narcolepsia; un policía sin permiso de armas; un delineante con párkinson; un pregonero mudo; un presidente del Instituto de la Mujer con dos cojones; un escolta sin ningún test psicotécnico superado; un marinero de agente forestal; un alpinista de guardacostas; un notario mentiroso; un portavoz del Gobierno mentiroso; un jefe de partido mentiroso; unos medios públicos mentirosos; unos gabinetes de prensa mentirosos; una judicatura politizada; unos administradores con la visión muy corta; unos administradores con la mano muy larga; mucha gente enchufada porque sí. Son paradojas, algunas (rigurosamente) ciertas y otras (un poquito) exageradas, padecidas por la población andaluza durante, al menos, el último quinquenio del largo mandato socialista en la Junta. (...) Unos psicólogos sin colegiar; unos juristas sin colegiar; unos forenses sin colegiar; y, en fin, unos llamados «técnicos en igualdad» convertidos en un comisariado político encargado de implantar la «perspectiva de género», que no es otra cosa que la colonización ideológica de media población sobre la otra media; y no divididas en mitades según el sexo, sino según adscripción ideológica a las derechas o a las izquierdas. Así operó el gobierno regional bajo Susana Díaz, según acaba de demostrar Vox. Bendita sea la lista negra.