La habilidad política de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez necesitó contar para la investidura con los 7 escaños de Junts y precisa de ellos para la aprobación de los proyectos de ley que ponga en marcha durante su gestión. Por eso le ha ofrecido a Carlos Puigdemont una Ley de Amnistía, amén de otra serie de concesiones que desconocemos.

Pedro Sánchez necesitó para la investidura los 7 escaños de ERC y precisa de ellos para la aprobación de los proyectos de ley que ponga en marcha durante su gestión. Por eso acordó con Pedro Aragonés la condonación de 14.000 millones de deuda pública de la Generalidad, amén de otras concesiones que desconocemos.

Pedro Sánchez necesitó para la investidura los 6 escaños de Bildu y precisa de ellos para la aprobación de los proyectos de ley que ponga en marcha durante su gestión. Por eso ha entregado a los proetarras la alcaldía de Pamplona, amén de otras concesiones que desconocemos.

Pedro Sánchez necesitó para la investidura los 5 escaños del PNV y precisa de ellos para la aprobación de los proyectos de ley que ponga en marcha durante su gestión. Por eso ha negociado enmascaradamente con los peneuvistas la relación con las eléctricas, así como una serie de concesiones que desconocemos.

Pedro Sánchez necesitó para la investidura de los escaños de Sumar y precisa de ellos para la aprobación de los proyectos de ley que ponga en marcha durante su gestión. Por eso ha entregado a Sumar y a sus 15 partidos la vicepresidencia del Gobierno, varios ministerios e incontables concesiones que sí conocemos.

Pedro Sánchez se ha esforzado en los últimos meses por enmascarar sus concesiones argumentando que resultan imprescindibles para la estabilidad de España y la tranquilidad autonómica en Cataluña y el País Vasco. Pero la verborrea presidencial no es cierta y está cuajada de sofismas. El único motivo para las concesiones que el líder sanchista ha hecho a los partidos secesionistas y a la extrema izquierda sólo tienen una explicación: necesitaba sus escaños para conseguir la investidura y continuar sentado en la silla curul del palacio de La Moncloa.

Esta es la realidad. Y habrá que convenir que Pedro Sánchez ha culminado la operación, con gran éxito, lidiando al natural con la mano izquierda a Alberto Núñez Feijóo y engañando a sectores cualificados de la opinión pública. Los que desdeñen la habilidad política de Pedro Sánchez se equivocan.

Luis María Anson,de la Real Academia Española.