Hechos comprobables

Vete a saber qué significa «hechos comprobables» como ha pedido Puigdemont para que Sánchez obtenga el respaldo de Junts. Si querrá decir nada de negociaciones a escondidas, repletas de promesas que pueden quedarse en papel mojado que a Puigdemont ni le calientan ni le enfrían, como él ha dicho, y está exigiendo un compromiso público del presidente.

Esto de los «hechos comprobables» es preocupante, inquietante y aterrador porque estamos hablando de amenazas por parte de un partido echado al monte cuyo líder es un prófugo de la justicia que está en rebeldía. Es como poner al cuidado de las niñas a un violador de mujeres o al frente del Banco de España a un ladrón de bancos.

España va a estar en manos de quien odia España, de quien no reconoce el Estado español y de quien quiere acabar con la soberanía nacional. Piden cambiar el marco mental del Gobierno, como si España pudiera pasar de la euforia a la depresión, de la emoción a la memoria, de la alegría al dolor.

En este marco mental, que ahora, según ellos se denomina España, estaría la negociación de un Brexit catalán con España, habiendo tenido lugar anteriormente un referéndum y cómo no, habiéndose aprobado previamente una amnistía para el señor Puigdemont eliminando de un plumazo los delitos cometidos. «Hechos comprobables» en un marco mental inconstitucional para que la tensión le dé a Junts la fuerza que las urnas le han quitado. «Hechos comprobables» que un Estado constitucional no se puede permitir.

Si a Pedro Sánchez le interesara España estaría reunido con Alberto Núñez Feijóo, como ha solicitado el líder del PP y vencedor de las elecciones. Tal vez ha llegado el momento de un gran acuerdo constitucional PP-PSOE para dar la fortaleza que España y los españoles nos merecemos, pero el antecedente de Navarra exigiendo los de Otegui el derecho a decidir de los navarros nos lleva a la desesperanza.