Opinión
Hoy, primer sábado de mes
«Ahora que la guerra se desarrolla en Europa entre Ucrania y Rusia, conviene no olvidar que ese conflicto bélico remite de manera cierta a los hechos sucedidos en esa humilde localidad portuguesa, que han pasado a la Historia como "las apariciones de Fátima"»
Hoy, día 4, corresponde al primer sábado de este mes de marzo y ello dota a la fecha de un particular interés que merece ser recordado. En concreto, por la garantía de salvar el alma por parte de todos los moribundos que hayan seguido durante algún tiempo de su vida la conocida como «devoción de los cinco primeros sábados de mes», que la Virgen prometió en Fátima en 1917 y proclamó en Pontevedra en 1925. Consiste en tener asegurado para el alma que ha correspondido, el beneficio de la gracia necesaria para obtener la salvación prometida en el momento de la muerte.
Ahora que la guerra se desarrolla en Europa entre Ucrania y Rusia, conviene no olvidar que ese conflicto bélico remite de manera cierta a los hechos sucedidos en esa humilde localidad portuguesa, que han pasado a la Historia como «las apariciones de Fátima». Vaya por delante que se trata de un acontecimiento histórico y no de un suceso exclusivamente religioso, por cuanto lo ocurrido en aquella sencilla aldea entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917, ha tenido una importancia decisiva para el mundo en general y Europa en particular durante todo el siglo pasado, e incluso para el actual siglo XXI, como confirmó el Papa Benedicto XVI en su visita al lugar el 13 de mayo de 2010: «Se equivocaría quien considere que la dimensión profética de Fátima está concluida y pertenece al pasado».
El conocido como «mensaje y secreto de Fátima», fue dado a conocer por la «Blanca Señora» el 13 de julio de aquel año a los tres pastorcillos, Lucia, Francisco y Jacinta. Estos dos últimos eran hermanos, y contaban por entonces con 9 y 7 años, respectivamente. Fallecidos poco después, ya están canonizados por la Iglesia. La tercera vidente fue Lucia, de 10 años. Era prima de los otros dos niños y vivirá hasta los 98 años por ser la elegida para dar testimonio de lo sucedido.
Lo allí ocurrido tiene el complemento final de las dos apariciones a Lucia, que tuvieron lugar en España precisamente; en concreto en dos localidades gallegas: Pontevedra en 1925 y Tuy en 1929. Ambas son indisociables de hechos humanos y políticos de tanta importancia como las dos Guerras Mundiales, además del final de la Guerra Fría. La primera contienda comenzó en 1914 y finalizará en 1918, como Ella anunció en 1917. La segunda comenzó en 1939, y se pudo haber evitado si se hubiera atendido la petición efectuada en Tuy. Dios respeta la libertad humana y las guerras son consecuencia de su mal uso.
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