Big data
La inversión en Defensa en España está lejos de alcanzar niveles OTAN
El gasto militar mundial en la última década ha crecido un 39,6%, pasando de 1,75 billones de dólares en 2014 a 2,44 billones de 2023
El lanzamiento por parte de Rusia de un nuevo tipo de misil hipersónico, ha dado pie a una nueva carrera armamentista, al anunciar Moscú la producción en serie de una nueva generación de misiles hipersónicos capaces de alcanzar en cuestión de minutos las principales capitales europeas, como ha quedado supuestamente demostrado de forma intencionada, con ese ataque ruso de esta semana contra la ciudad ucraniana de Dnipro con el misil hipersónico Oréshnik. Putin prende haber roto el equilibro entre Rusia y el resto de países, con esta supuesta arma indestructible, afirmando que ellos ya la tienen mientras que los demás tardarán al menos un año en desarrollarla. Sin embargo, está por ver si el país tiene la capacidad de inversión para que la producción sea significativa y un verdadero factor de desequilibro y ventaja, sobre todo ante los países que conforman la OTAN.
Ahora bien, la situación de equilibrio en el frente ruso, cuando los combates alcanzaron esta semana los 1.000 días con las fuerzas rusas avanzando a marchas forzadas en el Donbás, aunque Moscú no ha podido expulsar aún a las tropas ucranianas de la región de Kursk, se debe en gran medida a dos factores claves, uno emocional, la determinación de Ucrania a defenderse de la agresión rusa y otro material, el armamento y la munición. En el pasado año 2023, según datos de Stockholm International Peace Research Institute, el presupuesto de defensa ruso fue de 109.000 millones de dólares, mientras que el ucraniano fue de 64.800 millones de dólares, pero a los que hay que añadir los 35.000 millones de dólares en ayuda militar recibida de la OTAN, con lo que se eleva el gasto militar de Ucrania a los 99.800 millones de dólares, prácticamente igualando al presupuesto ruso.
Los 31 miembros de la OTAN encabezan la inversión mundial en defensa con el 54,9 por ciento del total mundial. Mientras que Rusia solo representa el 4,5 por ciento. Ante un hipotético conflicto armado entre la OTAN y Rusia, la Alianza Atlántica aplastaría a los rusos, ya que hay una proporción de 1 a 12 en inversión militar: 1.340.000 billones de dólares de Bruselas, frente a los 109.000 del Kremlin.
En otro posible teatro de operaciones militares, en el Pacífico occidental, EEUU, junto con Japón, Corea del Sur y Australia se imponen en inversión en defensa a China con un ratio de 1 a 4; 1,046 billones de dólares frente a los 296.000 de los chinos de la RPC.
El mundo actual es cada vez más inseguro, por lo que el gasto militar en la última década ha crecido un 39,6 por ciento, pasando de los 1,75 billones de dólares en 2014 a 2,44 de 2023.
La OTAN decidió incrementar la inversión en defensa de sus miembros, para que llegasen a un mínimo del 2 por ciento de su PIB. Antes de la invasión rusa de Crimea, en 2014, solo 3 de los 31 aliados cumplía con este requisito. Hoy ya son 11 los países que han alcanzado o superado ese umbral. Encabezan la lista Polonia (3,90 por ciento), EEUU (3,45 por ciento) y Grecia (3,01 por ciento).
En el extremo opuesto, los tres países que menos invierten en su seguridad, los más irresponsables, son España (1,26 por ciento), Bélgica (1,13 por ciento) y Luxemburgo (0,72 por ciento). Irresponsables porque en caso de conflicto tendrían más bajas por no dotarse de los medios y capacidades necesarios para la guerra moderna.
Ahorro en defensa es igual a mayor tasa de mortalidad entre nuestras tropas, mayor número de bajas en material y vehículos de combate, naves y aeronaves. Y además habría que añadir las víctimas entre la población civil por no contar con un adecuado escudo antiaéreo y antimisil en un más que previsible ataque con misiles balísticos y de crucero sobre ciudades españolas. Y cuantiosos daños materiales en los ataques del enemigo a nuestra infraestructuras críticas.
El incremento del gasto militar en la OTAN va a dos velocidades, mientras que Polonia ha pasado del 2,23 por ciento sobre el PIB en 2015 al 3,90 por ciento en 2023, España ha subido del 0,93 por ciento al 1,26 por ciento en ese mismo periodo de tiempo. Es decir, que los polacos han incrementado su defensa en un 74,9 por ciento en 8 años, mientras que España tan solo en un 35,5 por ciento.
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