A pesar del...

Libertad dibujada

Como si las pompas no fueran la característica fundamental del socialismo, que desde Marx promete el paraíso y no hace más que fundir todas sus promesas en un infierno de tiranía política y miseria económica

Los grandes viñetistas, con sus aciertos y sus errores, nos ayudan a entender la libertad. Uno de los grandes es El Roto, que dibujó en «El País» a una mujer que, cargada de paquetes, dice: «Deberían prohibir las Navidades por apología del consumismo». Como si la gente fuera idiota, malgastara su dinero, y requiriese la intervención de unos políticos y burócratas que supuestamente saben mejor que ella cómo gastar lo que es suyo.

En otra viñeta un poeta observa: «Los pájaros ya no cantan». «Será que no les pagan, dedujo el economista». Como si la respuesta a los incentivos fuera idéntica en los animales y en los seres humanos.

Se ve un busto de Marx, que pregunta: «¡¿Pero qué clase de capitalismo es ese en el que nada funciona sin las ayudas del Estado?!». Como si el capitalismo no fuera condicionado y limitado por la intervención pública, y como si tal cosa no hubiese sido denunciada por los economistas liberales desde Adam Smith.

Se ve una gran bola negra con este texto: «El capitalismo es una pompa de jabón de hierro fundido». Como si las pompas no fueran la característica fundamental del socialismo, que desde Marx promete el paraíso y no hace más que fundir todas sus promesas en un infierno de tiranía política y miseria económica.

Dibuja El Roto a dos mujeres ante una olla. Pregunta una: «¿Qué le has puesto?». Y la otra responde: «El hambre que sobró de ayer». Como si el hambre no se hubiera reducido notablemente en el mundo con la ola de libertad que se desató tras la caída del Muro de Berlín.

Con todo el talento que despliega siempre El Roto para reflejar el pensamiento único antiliberal, quizá ninguna de las viñetas he visto en el último año en «El País» resultó tan llamativa como una de Riki Blanco, que dibujó a Isabel Díaz Ayuso diciendo: «¿Qué pasa, que solo por ser ricos no necesitan ayudas económicas?». Como si los políticos de izquierdas se caracterizaran por cuidar de los pobres, y no por quebrantar sus derechos. Pero lo que más me impresionó del dibujo es verlo precisamente en ese periódico, y en ese grupo, que ni es pobre de solemnidad, ni ha estado huérfano de socorros políticos de diversa suerte. En fin.