
A pesar del...
Libertad dibujada
La religión, cuyo papel educativo era históricamente dominante, no fue sustituida por el liberalismo sino por el Estado, que impuso la educación pública a sus súbditos en todo el mundo.
Los grandes viñetistas, con sus aciertos y sus errores, nos ayudan a entender la libertad. Uno de los grandes es El Roto, que dibujó en El País un par de abrigos lujosos y este texto: «La economía neoliberal favorece la convivencia social entre los ricos y los aún más ricos». Como si el liberalismo no promoviera el progreso de los pobres, y el socialismo no lo impidiera.
Por la escalerilla de un avión desembarca una fila de gusanos, y el texto es: «La plaga turística», como si el turismo fuera una cosa asquerosa que solo destruyera.
Dos hombres en la oficina. Dice uno: «El dinero gobierna el mundo ¿y quién lo ha elegido?», responde el otro «¡Todos!». Las dos cosas son falsas. El mundo es gobernado por los Estados, que a menudo someten a los ricos y a los empresarios a su servicio. Y desde luego, el dinero –salvo el bitcoin– no es elegido por todos, sino que es impuesto por el poder político al conjunto de la sociedad.
Un hombre elegantemente trajeado, y al que le arrojan una piedra, dice: «Si hay que pagar impuestos, ¿de qué sirve ser rico y poderoso?». Como si los ricos no pagaran impuestos, y como si el grueso de la recaudación no proviniera de la llamada clase media, es decir, del grueso de la población.
Aparecen dos alumnos en sus pupitres, y el texto es: «Han sustituido las clases de religión por la catequesis del mercado». Es un triple disparate.
En primer lugar, porque la religión, cuyo papel educativo era históricamente dominante, no fue sustituida por el liberalismo sino por el Estado, que impuso la educación pública a sus súbditos en todo el mundo.
En segundo lugar, el liberalismo defiende, por supuesto, el mercado, pero no es una religión con su catequesis. Por cierto, el socialismo sí tiene facetas religiosas, como detectó el liberal catalán decimonónico, Laureano Figuerola, que dijo: «Los socialistas son los frailes del siglo XIX». Lo siguen siendo.
Por fin, el tercer disparate de esta notable viñeta de El Roto es sugerir que desde la educación se transmite a los estudiantes la importancia de la economía de mercado. La verdad es precisamente la contraria, como podría comprobar el gran artista si se molestara en echar un vistazo a cualquier manual de Sociales en la enseñanza secundaria.
✕
Accede a tu cuenta para comentar